Jane estaba harta de que su marido llegara borracho a casa y decidió asustarlo para que se enderezara.
Una noche, se puso un disfraz de diabla y se escondió detrás de un árbol para interceptarlo de camino a casa.
Cuando su marido pasó por allí, ella saltó y se paró frente a él con sus cuernos rojos, su cola larga y su tridente. “¿Quién eres?”, preguntó arrastrando las palabras.
“Soy el diablo”, respondió ella
. “Bueno, ven a casa conmigo”, dijo él. “Me casé con tu hermana”.
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