

Un borracho estaba sentado en un bar mirando tres pequeñas bolitas marrones en su mano.
El camarero preguntó qué eran y el borracho respondió: “Son pastillas para el cerebro que te hacen inteligente”.
El camarero dice emocionado: “Dame uno”.
Le arrebata uno de la mano al borracho y lo bebe rápidamente con agua.
A los pocos minutos vuelve donde el borracho y le dice que no se siente más inteligente.
“Probablemente no tomaste lo suficiente.”
Entonces el camarero se toma rápidamente otro trago.
Media hora después el camarero pide una tercera pastilla.
A éste lo mira con más cuidado.
Lo huele y lo saborea lentamente.
—¡Pero esto no es más que estiércol de oveja!
…
..
.
“Mira”, dice el borracho, “ya te estás volviendo más inteligente”.
Để lại một phản hồi