

Una rubia tiene la oportunidad de volar a un país cercano.
Nunca había estado en un avión y se sentía muy emocionada y tensa. En cuanto subió al avión, un Boeing 747, empezó a saltar de la emoción, corriendo de asiento en asiento gritando: “¡BOEING! ¡BOEING! ¡BOEING!”.
Mientras gritaba, olvidó dónde estaba, e incluso el piloto en la cabina oyó el ruido. Molesto por lo que sucedía, el piloto salió y gritó: “¡Silencio!”.
Hubo un silencio sepulcral en todas partes y todos comenzaron a mirar a la rubia y al piloto enojado.
Se quedó mirando al piloto en silencio por un momento, muy concentrada, y de repente empezó a gritar: “¡OEING! ¡OEING! ¡OEING!”
Để lại một phản hồi